viernes, 11 de noviembre de 2011

tumor en mucosa bucal

Tumores de la mucosa bucal

Una tumoración de la mucosa bucal es una lesión exofítica, es decir, que sobresale de la superficie normal, casi siempre de consistencia blanda o elástica y generalmente detectable a la autoexploración. La lengua o el propio dedo es capaz de encontrar un bulto anormal que antes no existía. La mayoría de estas tumoraciones son benignas y de fácil solución.

Clasificación
En el humano existen unos 70 billones de células de 200 tipos, que se organizan en distintos tejidos y órganos.
Una tumoración puede originarse en cualquier tejido de los que integran las estructuras de la boca: el epitelio, el tejido conjuntivo, las glándulas salivares o los nervios, entre otros.
Las tumoraciones benignas tienen como causa:
?Malformaciones congénitas o adquiridas.
?Reacciones del tejido ante una agresión traumática como un mordisco o la rozadura de una prótesis dental.
?Un verdadero tumor benigno por multiplicación celular pero de crecimiento lento no infiltrante (no penetra en los tejidos adyacentes).
Todas estas lesiones, cuando ya están establecidas, no suelen crecer y no duelen al tragar y al masticar pero pueden interferir al hablar o comer.
Las tumoraciones malignas son producidas por la conjunción de varios factores como son el tabaco, el alcohol, los virus y otras factores carcinogenéticos. El tumor maligno más frecuente en la boca tiene su origen en el tejido epitelial y se llama carcinoma de células escamosas. Crece rápido, se ulcera, duele al hablar o tragar y si no se detecta a tiempo infiltra los tejidos adyacentes, metastatiza y mata al sujeto que lo padece.

Diagnóstico
Primero se detecta por la autoexploración. Al cepillar los dientes y las encías, al pasar la lengua o mover las mejillas o los labios o al tocarnos con los dedos será sencillo detectar la tumoración que sobresale como una excrecencia sobre la mucosa normal y que antes no existía.
El segundo paso es acudir al dentista, que realizará las exploraciones pertinentes, mandará la analítica y pruebas complementarias como son las radiografías. Los especialistas sabemos muy bien que al palpar, si la lesión está indurada y es dolorosa a la presión, sin una arista dental próxima que la justifique, debemos ponernos en alerta.
La biopsia, examen complementario sencillo e indoloro, nos informará del carácter benigno o maligno de la lesión. En ningún caso debemos dilatar la espera o recurrir a simples colutorios orales (enjuagues del mercado) ante las lesiones descritas.

Tratamiento
Ante cualquier tumoración oral y una vez completada la historia clínica y los exámenes complementarios, debemos eliminar irritantes locales como alcohol, tabaco, traumatismos por dientes o prótesis, placa bacteriana y sarro o infecciones.
También se deben controlar factores generales como enfermedades sistémicas o inflamaciones crónicas.
Si después de 15 días de eliminados estos irritantes y controlados los factores sistémicos, la lesión permanece, es preceptivo biopsiarla para obtener una muestra. El médico especialista en anatomía patológica hará el estudio microscópico de la pieza de tejido que hemos extraído y emitirá un informe sobre benignidad o malignidad.
Si la lesión es benigna se extirpa y si es maligna además tendrá que estudiarse la posibilidad de aplicar quimioterapia o radioterapia (un comité de tumores indica el camino a seguir).
Debemos insistir en que la prevención (evitar el tabaco y el alcohol y llevar una vida sana sin contravenir el ritmo circadiano) y el diagnóstico precoz de la lesión una vez aparecida (sin dilatar el tiempo en acudir al especialista) son la base de un resultado exitoso.

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